Un 19 de septiembre de 1985, dejó de existir en Siena, Italia, el escritor Italo Calvino. Un ataque cerebral puso fin a la vida del autor italiano más importante de postguerra, que contaba en ese entonces con 62 años.
Lo más resaltante de su carrera literaria fue la variedad de estilos (y éxito con cada uno de ellos) que usó para la escritura de sus obras. En un principio cultivó el neorealismo, esto mediante una escritura objetiva que intentaba definir la condición del hombre de esa época (finales de los 40s). Su primera novela fue El sendero de los niños de araña, donde Pin, un adolescente, narra su participación en las Brigadas Partisanas Garibaldi (grupo clandestino italiano que durante la Segunda Guerra Mundial colaboraba con las tropas británicas y estadounidenses). Esta novela tiene cierto tinte autobiográfico, donde la representación de la realidad se realiza mediante una conjugación espontánea y ligera de compromiso político y literatura.
Posteriormente abandona la literatura realista-social para adentrarse en lo fantástico, absurdo e irónico, periodo también clasificado por algunos como realismo mágico. Calvino siempre había sentido atracción por la literatura popular y en especial por las fábulas, sin embargo la decepción ideológica que sintió cuando la ex Unión Soviética invadió Hungría en 1956, también se vio reflejada en este cambio de estilo (él fue miembro activo del Partido Comunista Italiano hasta su renuncia en 1957). Fruto de este periodo surge su obra más conocida, la trilogía Nuestros antepasados, conformada por El vizconde demediado, El barón rampante y El caballero inexistente. Esta última ambientada en los tiempos de Carlomagno, donde se narra la historia de Agilulfo, un caballero correcto, perfeccionista y piadoso, pero con una peculiaridad: él no existe. En su armadura no hay nadie, sólo una voz que reverbera a través del metal, sin embargo, él sirve fiel y devotamente a su rey y a su causa.
El periodo combinatorio de Calvino está influenciado por el estructuralismo, la semiología (fue alumno de Roland Barthes), la escritura laberíntica de Borges y su afiliación con el Oulipo (grupo de escritores que busca crear obras usando técnicas de escritura limitada). Durante este periodo, Calvino está convencido de que el universo lingüístico ha suplantado a la realidad y concibe a la novela como un mecanismo que juega con las posibles combinaciones de las palabras. Producto de este periodo es la novela El castillo de los destinos cruzados, obra que narra el encuentro de un grupo de viajeros en un castillo, cada uno tiene una aventura por contar pero no pueden porque han perdido la voz, entonces recurren a las cartas del tarot para contar qué les sucedió. De esta manera, el significado de cada figura de cada carta depende del contexto en el que es usada. Otra obra importantísima de este periodo es Si una noche de invierno un viajero, novela conformada por 10 capítulos dentro de un marco. El marco narra la historia de el Lector y Ludmilla, donde el Lector compra un ejemplar de la novela de Calvino Si una noche de invierno (…), pero después de leer unas páginas se da cuenta de que el libro está defectuoso, puesto que lo conforman 10 historias iguales; entonces vuelve a la librería donde conoce a Ludmilla, quien tiene el mismo problema. Es así como empieza una historia compuesta sólo por principios de novelas, donde los 10 principios (capítulos) que conforman la novela corresponden a un tipo diferente de narración.
Original, interesante, experimental e imaginativo. A 23 años de su desaparición, se puede decir que Calvino es UN COÑO FORMIDABLE y su lectura es obligada, aunque, lastimosamente, sus libros son excesivamente caros. Elevado precio que quizás haya que pagar para disfrutar de este genial autor italiano.
Lo más resaltante de su carrera literaria fue la variedad de estilos (y éxito con cada uno de ellos) que usó para la escritura de sus obras. En un principio cultivó el neorealismo, esto mediante una escritura objetiva que intentaba definir la condición del hombre de esa época (finales de los 40s). Su primera novela fue El sendero de los niños de araña, donde Pin, un adolescente, narra su participación en las Brigadas Partisanas Garibaldi (grupo clandestino italiano que durante la Segunda Guerra Mundial colaboraba con las tropas británicas y estadounidenses). Esta novela tiene cierto tinte autobiográfico, donde la representación de la realidad se realiza mediante una conjugación espontánea y ligera de compromiso político y literatura.
Posteriormente abandona la literatura realista-social para adentrarse en lo fantástico, absurdo e irónico, periodo también clasificado por algunos como realismo mágico. Calvino siempre había sentido atracción por la literatura popular y en especial por las fábulas, sin embargo la decepción ideológica que sintió cuando la ex Unión Soviética invadió Hungría en 1956, también se vio reflejada en este cambio de estilo (él fue miembro activo del Partido Comunista Italiano hasta su renuncia en 1957). Fruto de este periodo surge su obra más conocida, la trilogía Nuestros antepasados, conformada por El vizconde demediado, El barón rampante y El caballero inexistente. Esta última ambientada en los tiempos de Carlomagno, donde se narra la historia de Agilulfo, un caballero correcto, perfeccionista y piadoso, pero con una peculiaridad: él no existe. En su armadura no hay nadie, sólo una voz que reverbera a través del metal, sin embargo, él sirve fiel y devotamente a su rey y a su causa.
El periodo combinatorio de Calvino está influenciado por el estructuralismo, la semiología (fue alumno de Roland Barthes), la escritura laberíntica de Borges y su afiliación con el Oulipo (grupo de escritores que busca crear obras usando técnicas de escritura limitada). Durante este periodo, Calvino está convencido de que el universo lingüístico ha suplantado a la realidad y concibe a la novela como un mecanismo que juega con las posibles combinaciones de las palabras. Producto de este periodo es la novela El castillo de los destinos cruzados, obra que narra el encuentro de un grupo de viajeros en un castillo, cada uno tiene una aventura por contar pero no pueden porque han perdido la voz, entonces recurren a las cartas del tarot para contar qué les sucedió. De esta manera, el significado de cada figura de cada carta depende del contexto en el que es usada. Otra obra importantísima de este periodo es Si una noche de invierno un viajero, novela conformada por 10 capítulos dentro de un marco. El marco narra la historia de el Lector y Ludmilla, donde el Lector compra un ejemplar de la novela de Calvino Si una noche de invierno (…), pero después de leer unas páginas se da cuenta de que el libro está defectuoso, puesto que lo conforman 10 historias iguales; entonces vuelve a la librería donde conoce a Ludmilla, quien tiene el mismo problema. Es así como empieza una historia compuesta sólo por principios de novelas, donde los 10 principios (capítulos) que conforman la novela corresponden a un tipo diferente de narración.
Original, interesante, experimental e imaginativo. A 23 años de su desaparición, se puede decir que Calvino es UN COÑO FORMIDABLE y su lectura es obligada, aunque, lastimosamente, sus libros son excesivamente caros. Elevado precio que quizás haya que pagar para disfrutar de este genial autor italiano.