¿Qué es un coño formidable?


Para algunos resulta bastante difícil definir lo que es un coño formidable, para otros no pasa de ser una frase con explícitas connotaciones sexuales, para ciertas personas se trata de una inocente frase exclamatoria.
Para mi la cuestión es bastante sencilla, este blog es un coño formidable porque habla de coños formidables y de cosas que no son coños formidables en lo absoluto.
Hazla... opina, da palo, haz mierda, felicita, lo que sea, pero hazla.

21 de marzo de 2009

MI GRUPITO, TU GRUPITO, NUESTRO GRUPITO - King Crimson sobre todo lo demás, más allá de gustos y disgustos


Pablo Escóbar A., abogado, migrante, fanático acérrimo de su vástago y sobreviviente a numerosos huracanes propios de la región (Miami), se entrega esporádicamente a la noble tarea de escribir. Entre margarita y margarita (no la flor), echado sobre la arena, con las olas bañando su andino ser, él meditó sobre la música, sus causas y efectos; sobre cómo cierta conjunción de elementos producen un resultado especial, un resultado quizás irrepetible, quizas mejorable, o tal vez no. Como fiera musical que es, hace gala de sus conocimientos y defiende su postura: King Crimson sigue vivo.

Fue gracias a este amante incondicional de King Crimson que pude conocer a esta banda, hecho que le agradeceré eternamente, así como le agradezco profundamente su voluntaria contribución y seguimiento a UN COÑO FORMIDABLE.

Al final de cuentas no hay sonido de grupo sin su líder (o su maestro, creador, inicial formador) pero tampoco sin alguno de los otros miembros (fundamentales o no). Dada la reflexión es importante decir, con el caso de King Crimson, que "sin Fripp no hay Crimson", pero no sé, ese juicio es susceptible de transformación a una verdad o a al absolutismo sostenido sin relatividades, ya que estoy seguro de que Epitaph no sonaría igual sin Lake en la voz, y no sé si Starless sería lo mismo sin Wetton en la voz y el bajo, ni si Indiscipline sería lo mismo sin Brufford. Por ende, sí sería más razonable decir "no hay Crimson sin Fripp ni sin Wetton en el Red, ni sin Lake en el In the court of the Crimson King, ni sin Brufford en las doradas épocas del doble trío”. Finalmente, cada obra que conocemos de cada grupo es como es (para bien o para mal) por los miembros que tocaron en él, en esa obra y su inspiración dentro de ese espacio de tiempo. Si se quita a uno de ahí, la cosa cambia, tal vez no en el fondo (según qué jugador se quite) pero cambia, y ya no sería lo mismo en las más estrictas exigencias sobre las igualdades. Pasa lo mismo con otros grupos: los Beatles no serían lo mismo sin Paul, George ni John, pero (y sin alusiones personales) sin Ringo tampoco. Pero es una cuestión de miedo el no atreverse a ver más allá, a preguntarse cómo hubiera sido... En lo personal prefiero ni pensar qué habría salido de un disco de los Beatles sin alguno de los cuatro, pensar con quién podría haber sido de sustituto: prefiero quedarme con lo que hay. Sin Wakeman, Yes, en el Fragile o el Close to the edge, no sería lo mismo; sin Howe, lo mismo; y también, en el Drama o el 90125, sin Horn o sin Ravin, aunque para los más acérrimos críticos de la época, estos discos son casi basura.

De hecho las obras cambiarían y un With a little help from my friends no sonaría como suena con la voz de Ringo, considerando que hasta la amistad que unía a los Beatles, entre muchísimos otros factores, hacía que sus discos suenen como suenan; y eso que la calificación para la voz de Starkey no es de las más elevadas. Al final la indispensabilidad del miembro depende de la época de más gusto, del disco favorito y demás, si gusta o parece más capo, Paul o John, Hodgson o Davis, Simon o Garfunkel, Nito o Charly, Page o Plant, Fripp o Belew, quién es el jefe, quién es el padrino, quién es el que se lleva la flor según la regla que cada oído defina para tal efecto. Y para cada disco es diferente, aunque sea el mismo grupo: a pesar de que las canciones de los Beatles que ha compuesto John a efectos de derechos de autor pertenecen a Lennon/McCartney, y a los mismos efectos, las que ha compuesto Paul pertenecen a Lennon/McCartney, cada uno ha escrito lo suyo y ha decidido cederle al otro los derechos de participación, equitativamente y sin excepciones. Pero claro es, a mis ojos, que el Revolver es más de Paul que de nadie más, y que el Sgt. Pepper y el Rubber soul son más de John que de otro Beatle.

Por otro lado, y como he dicho también, se tiene que considerar el contexto de cada músico, porque no es igual su participación si es de estudio o si es de parte: Levin, por ejemplo, en el doble trío o en el cuarteto, no es el mismo que el que toca con Lennon o con Alice Cooper como bajista de estudio. Y es diferente no porque sea otra persona, sino porque el peso de papá oso en Crimson es vital para el doble trío. Lennon, en la grabación del Imagine (disco en el que Tony Levin es bajista), al escuchar una línea de bajo en la que Levin quiere lucirse y sobresalir, le dice: “ya sé que eres bueno, ahora por favor toca lo que yo te diga”.

Esos músicos, los de estudio, en el rock, sin cuestionar su habilidad ni su valor en otro grupo son prescindibles e intercambiables.

Lo peor (o lo mejor) de todo es que no existen las objetividades ni los absolutos. Lo rico es imaginarse cómo podría haber sido con otro miembro, con otra voz, en otro año, casi un trauma psicológico que sólo el Deja vrooom ha intentado sanar con la posibilidad de mezcla de cada set de instrumentos (voz incluida) para el fantástico 21st century schizoid man, según año, formación y miembro: una verdadera delicia.

Después de años de intentos queda también por verse qué sucede con los grupos que siguen de pie después de tiempo: lo que sucede con Supertramp, Yes, ELP, The Police, todos al menos juntándose para tocar en una gira, un DVD. Al respecto debe considerarse que ninguno puede subsistir sin sus temas clásicos ni sus hitos y lamentablemente han perdido la capacidad de composición. Lamentable porque es triste ver que han envejecido, pero también escuchar (obviamente considerando que los que escuchamos su música nos hemos quedado con el concepto de que Yes es lo que es gracias al Fragile y al Close to the Edge, y lo mismo pasa con casi todos, en sus mejores épocas). Los Beatles rompieron después de diez años de brillo eterno, que dura y vende hasta ahora, pero Yes sigue de gira, Asia, The Police también, y con grandes discos y canciones sobreviven, sin componer nada más.

King Crimson sigue vivo, con nuevos conceptos, ideas y ahí, en ese punto es donde King Crimson se lleva el estandarte de la maestranza acerca de su evolución, su cambio, adaptación, siendo más que un grupo, un concepto que sólo Robert Fripp conoce.


1 comentario:

Anónimo dijo...

fascinante!